Good Physicists Have Studied Under Very Fine Teachers

A esto hay que añadirle 'Light travels from the Sun to the Earth and water does from Peaks to Vales'

Y sobre todo un... NUNCA MAIS JAJAJAJA

La nada eterna

¿Para qué entregarse al arte?¿Para después de polvo ser luz para los que aún son carne?¿O es tal vez mi alma, que aterrada por la muerte,se aprovecha de mi cuerpo para perpetuarse?¿Qué son éstos tristes trinos que yo rimo?¿Acaso ignotos himnos que el tiempo hará dignoso tan sólo frágiles signos que borran los siglos?inútil designio cuando se apague el dios ígneo.
Qué necia vanidad la del genio,que en un mundo a punto de extinguirse sueña con ser eterno.


Rafael Lechowski

¿Son los videojuegos arte?

Buenas noches,

hoy me encontraba navegando por Youtube como suelo hacer para descansar un rato, cuando he visto un video de un 'youtuber' que sigo bastante y el título me ha atraído al instante.

El video es el siguiente:

y el 'youtuber' es Alexelcapo.

Recomiendo ver el vídeo, en el que alex trata de contestar a esa gran pregunta, ¿son los videojuegos arte? Bueno, os daré mi opinión, que tras ver el vídeo me ha hecho reflexionar. Como dice en el vídeo según nuestra querida RAE arte es todo aquello que evoque sentimiento, si bien esta definición no es todo lo precisa que quisiéramos (cualquier cosa puede producirte un sentimiento, hasta darte con el dedo meñique del pie en el maldito mueble, y estaréis de acuerdo conmigo en que arte esa mierda no es) diremos que debe ser algo más profundo, más puro, más lo que sea porque todos sabemos que los frescos de la Capilla Sixtina son arte y el gotelé que hacía Benito Lopera Perrote no (o casi no). Pero estamos de acuerdo en que la clave sí es transmitir una emoción o emociones.

(preparaos para unos párrafos llenitos de preguntas)

Bien, el argumento para despojar a los videojuegos de su asiento en el octavo lugar (décimo, si tenemos en cuenta la fotografía e historieta(ya me dirás si la fotografía no es mucho peor al cine que los videojuegos, pero eso es otro tema(Ojo, para mi la fotografía es sin discusión, arte))) de las artes es si es un arte por sí mismo sin apoyarse en los demás, en el cine, por ejemplo. Por tanto, ¿qué hace a un videojuego diferente? Lo que su propio nombre indica, la jugabilidad. Luego la pregunta ahora es, ¿puede la jugabilidad transmitir y llegar al alma lo suficiente como para ser un arte? (lo se, muchas preguntas, pero trataremos de contestarlas todas) Lo que nuestro querido amigo alex decía es que el no había encontrado un juego que su sola jugabilidad fuese arte, luego quizás lo que más le ha trasmitido han sido otras cosas como puede ser la historia, la música, etc. Si bien la calidad de un videojuego en todos estos aspectos mezclados con la jugabilidad (también importante y que creo que podríamos decir más de ella) debería ser motivo suficiente para considerar algunas obras de este gran mundo como maestras, prefiero no meterme en fregaos y pasar directamente a lo que creo que puede dar un paso más en los videojuegos: el multijugador.

¿Y qué tiene el multijugador? eso mismo, jugadores. Por tanto estamos metiendo un ingrediente más en este magnífico cóctel y son... otras personas. Que en algunos juegos pueden ser miles, millones de personas. ¿Y qué aporta ésto? Pues desde luego algo novedoso, algo que no se ha visto en ninguna otra arte. Y lo digo yo, que desde mi humilde asiento he pasado cientos, miles de horas ante juegos con esta  característica. Puedo asegurar que el mundo de Azeroth, donde millones y millones de personas han gastado más de 6 millones de años jugando en total (más o menos, pero sí, una puta locura) es un mundo que tiene mucho que contar, y es ahí donde está el quid de la cuestión, éste mundo tiene mucho que contar no sólo por lo que es como entorno tridimensional desarrollado por unos cuantos programadores medio locos, sino por lo que se ha compartido en él.

Si la grata sensación de ver éste u otros espléndidamente desarrollados mundos puede ser imitado  por una película (vagamente, ya que en mi opinión la capacidad de sumergirte en él no le hace ni por asomo justicia(en efecto, jugabilidad)) el hecho de contemplarlo, cambiarlo y hacer ver éstos cambios a otros jugadores que pueden ser hermanos, amigos o completos desconocidos, no.

Mi conclusión es, ¿cuál es la guinda del pastel? Que lo novedoso de los videojuegos es que no solo el autor de la obra es el que trasmite sentimientos al que la contempla, como en las demás artes, sino que es el mismo que la contempla el que puede trasmitir algo a otro que la contemple. Y esto sucede desde dentro de la obra, por supuesto. Tú como consumidor de la obra puedes ser destino de emociones que el autor en absoluto sabe que se están produciendo, que no produce su obra en sí.

Imaginaos que estáis en vuestro pueblo, o en el de tu abuelo o cualquier lugar alejado de la mano de dios. Estás solo (tus padres, novi@, gatos o tortuga están también alejados de ese lugar alejado de la mano de dios) son las 5 de la mañana y estáis jugando un videojuego en el que os encontráis por algún casual en un interminable desierto y lleváis ya un tiempo allí, reflexionando sobre la trascendencia de la vida y de la soledad. Y es entonces cuando aparece una pequeña silueta en el horizonte, acercándose a ti. Y ahí estáis, dos pequeños seres solos en el universo contemplando esa persona de la que solo tenéis constancia como modelo apoligonado...

...Y aquí es donde te dejo, amigo, que imagines qué sucedería en tu cabeza y que sensaciones podrían surgir en ese momento...  Magia


¿Qué maravillosas sensaciones puede producir en ti ésta obra de arte más allá de una mera pantalla? Pues los miles de ejemplos que se podrían poner increíbles, graciosos, épicos, tristes, fantásticos y al fin y al cabo momentos para recordar y miles de emociones compartidas con otras personas (que realmente forman parte de ti, como la típica anécdota que cuentas con ese buen amigo) que este maravilloso arte te ofrece a ti, pequeño individuo, de la que además eres parte.

Espero que este tema os haga reflexionar como a mi, y que disfrutéis de grandes obras de arte como yo haré que, quién sabe, quizás nos encontremos en algún desierto...

Espero a que aparezcas, nuevo Miguel Ángel, nuevo Leonardo, porque se que nos brindarías fantásticas Capillas Sixtinas y elegirías éste medio para llevarlas a cabo.

Dedicado a mi compañero de recuerdos Sergio, al que conocí durante un tiempo como Congelado en el mundo de Azeroth.

Crónicas de la Alquimia. Prólogo y Capítulo I

PROLOGO:

Weyard, el planeta azul, guarda innumerables secretos en sus entrañas. Desde que el hombre evolucionó a lo que es hoy en día, siempre se han tenido referencias hacía cuatro faros erigidos en diferentes puntos del planeta. No hay archivos de por que se construyeron ni nadie tiene constancia de su papel, sin embargo, en sus proximidades hay numerosas advertencias sobre que no deben ser profanados por nadie pues la magia que guardan en su interior puede ser una grave amenaza para nuestro mundo. Se les conoce como los faros elementales ya que están protegidos por los espíritus de Marte, el señor del fuego, Venus, la madre Tierra, Mercurio, la bravura del agua, y Júpiter, el todo poderoso viento. Asimismo, existen guardianes que protegen los faros dotados de poderes especiales, afines al elemento que ellos mismos deben salvaguardar. Con el tiempo se han dado casos de personas con estos mismos poderes desde su nacimiento, y a estas extraordinarias personas, se les llama adeptos, capaces de dominar los elementos, pero, no todos llevan el mismo camino, y la ambición de algunos hace peligrar el equilibrio de Weyard y los Faros pudiendo desencadenar terribles fuerzas. El futuro de este mundo aún esta por decidirse y es la hora de que "Ellos" tomen partido en esta historia. Las puertas de la Alquimia se han abierto.


CAPITULO I: Despertar.

Parece mentira que hayan pasado tres años, no se que nos va a deparar allí afuera, no se si alguien leerá estas lineas algún día, temo que no nos quede mucho tiempo antes de que todo esto se vuelva una locura y cometamos un grave error. Ni siquiera se si podre reconocerme a mi mismo escribiendo esto, tan solo deseo que se puedan salvar mas vidas que las que yo intenté y también...arrebaté. Al igual que aquí me enseñaron a pasar poco a poco el testigo a las futuras generaciones, creo que ha llegado el momento de que yo haga lo propio. Si alguien consigue leer estas líneas, sabrá lo que debe hacer. Recordad que no estáis solos,aún no es tarde para vosotros. Suml-ar!






Mucho tiempo atrás nuestra historia nos sitúa en una pequeña ciudad de comerciantes llamada Tolbi, donde vivía Luneth, un joven de 17 años. Era un chico alto, tenía el pelo castaño semilargo y liso, sus ojos eran muy llamativos debido a que el izquierdo era azul mientras que el derecho era verde. Siempre estaba sonriendo y era muy amable con todo el mundo, se llevaba bien con todos los del pueblo, y en la escuela era muy aplicado. Luneth volvía una tarde de la escuela por la calle principal del mercado. Era una amplía calle que se abría en una gran plaza donde todos los comerciantes exponían sus productos en sus puestos, todos de madera y piedra. Aparte, también se encontraba el ayuntamiento cuya estructura era mucho mas lujosa, de granito, y materiales exóticos del otro lado del mar, con un gran jardín. Pese a tanto edificio, ninguno tenía una mayor altura de diez metros.
En la calle, los comerciantes ultimaban las ventas del día antes de recoger e irse con sus familias. El herrero parecía estar forjando algún arma por el estruendo que producía su martillo contra el yunque y el humo que salía de la forja. El peletero voceaba como siempre para vender sus ropas de piel y seda que según él, eran las mejores del continente. También estaba el desollador que ya empezaba a guardar sus materiales y llevar un paquete al carnicero. Luneth fue a ver que hacía su amigo el herrero, pues le encantaban las espadas y siempre que podía echaba un vistazo a su tienda, donde el herrero le enseñaba sus últimas obras mientras los ojos de Luneth resplandecían de deseo y admiración.
-Ja,ja, eres el único que aprecia mis armas, algún día haré una espada para tí, chico- le decía Pinakle, el herrero.
Cuando Luneth se acercó, Pinakle le miró y sonrió.

-¡Hombre Luneth!, ¿hoy no te vas al descampado a entrenar?.- comentó al ver que se acercaba.
Luneth solía irse muchas tardes a las afueras de la ciudad donde se imaginaba siendo un guerrero y ponía en práctica los movimientos que veía en los entrenamientos de los guardias con una espada de madera que él mismo se había fabricado con la ayuda del herrero.

-Hoy no Pin, no veo la hora de llegar a casa y comer, ¡estoy hambriento! - decía mientras le sonaban las tripas. -Por cierto, ¿en que trabajas esta vez?- dijo curioso.
-Pues verás, es un secreto, pero como se que te gustan tanto estas cosas te lo voy a contar. - se le acercó al oído. - Ha venido uno de esos adeptos, si si, lo que oyes, y me ha pedido que le fabrique una espada digamos...un tanto especial, es algo difícil de comprender para ti, no te ofendas. El caso es que tengo que hacer mi mejor obra si quiero satisfacerlo, me ha pagado una cantidad de dinero suficiente como para cerrar esto una temporada. -Pinakle miró de reojo a su alrededor y cuando no vio a nadie, se la mostró a Luneth.
Era una espada maravillosa, nunca había visto nada igual, la hoja resplandecía por si sola, tenía un brillo propio, se podía apreciar un parpadeo muy tenue, que le daba un aspecto místico, no estaba hecha de ningún metal que él conociera, de un color tan blanco como la nieve. Era bastante larga, tenía doble filo, hacía un pequeño semicírculo poco antes de llegar a la punta, donde tenía una inscripción que Luneth no era capaz de descifrar. En la zona baja se volvía mas gruesa dándole un aspecto mas robusto y uniforme hasta llegar al encaje de la guarnición. El pomo era una bola ligeramente rosada la cual estaba sostenida por dos colas que siguiendo la trayectoria de la empuñadura se iban entrecruzando hasta finalizar en los cuerpos y cabezas de dos dragones que formaban la guarnición, dándole un aspecto feroz y que además permitía defenderse con ello en caso de que alguien la intentase coger por esa zona.
Pinakle la volvió a guardar y dijo:
-Aún no está terminada, la parte baja tengo que equilibrarla más, pero sin duda es la mejor espada que he hecho, estoy muy satisfecho, y le queda un toque final.
-¡Es impresionante! Nunca había visto nada igual, ¿y dices que un adepto te la ha encargado? ¿como es? Debe ser alguien increíble.
-Lo es, te lo aseguro, no es alguien que sea vea todos los días, por eso he puesto todo el cuidado del mundo, ¡Va a ser la espada de un adepto!

-Que envidia...bueno Pin, muchas gracias por enseñármela, ahora me tengo que ir – se despidió corriendo.
-Adiós chaval, dale recuerdos a tus padres -le gritó cuando ya estaba lejos.- Este chico...siempre tan acelerado.- se rió

De vuelta con Luneth, el chico no podía parar de pensar en aquella maravillosa espada y el hecho de que un adepto estuviera aquí "no puedo creerlo, me encantaría conocerle". De la emoción, decidió al final irse al descampado a practicar un poco con la espada. La tenía guardada bajo un montón de desperdicios que dejaba la gente allí y nadie tocaba, así que nadie se la podía robar. La sacó de donde la había dejado y se puso manos a la obra como de costumbre.
Llevaba un rato cuando decidió dejarlo e irse ya para casa en el momento en el que escuchó unas risas no muy lejos. Fue acercándose con precaución y entonces reconoció a su padre en la distancia. "¿Que hace aquí a estas horas?", se preguntó. Se iba a dirigir hasta él, cuando se dió cuenta de que había otra persona con él, una mujer de pelo largo y rubio que le sonaba de haberla visto alguna vez por la ciudad. Decidió observar un poco más y entonces comprendió lo que estaba sucediendo, eran amantes. Luneth estalló de rabia por dentro preguntándose como su padre podía estar haciendo algo así y fue entonces cuando un poderoso temblor comenzó a sacudir la ciudad. La mujer pareció asustarse, sin embargo su padre parecía impasible pese a la magnitud de aquel terremoto.
Luneth también se asustó bastante y se tropezó por las sacudidas. El ruido debió alertar a aquellos dos así que decidió correr por el callejón de vuelta a la ciudad antes de que le vieran. No se dio cuenta de que alguien le estaba observando a él.
Una vez que Luneth desapareció, la figura que le había estado observando caminó un poco hasta el llano, jugando con una pequeña roca en la mano, lanzándola al aire y atrapándola. Llevaba un gran sombrero rojo y una capa marrón que le tapaba media cara e impedía ver sus facciones.
-Vaya, esto si que no me lo esperaba...interesante -. Dijo, y mientras lanzaba la roca al aire, antes de que volviera a su mano, esta se hizo polvo y desapareció.
Pasaron los días y los terremotos no cesaban, cada vez eran mas violentos. Luneth estaba mas irritado cada día, entre los temblores, y que seguia viendo a su padre con aquella mujer, no entendía como tenía la desfachatez de mirarle a él y a su madre a la cara tan tranquilo. Ni siquiera Pinakle era capaz de llamar su atención aquellos días, ni tampoco tenía ganas de practicar con la espada.

Iba caminando con la mirada al suelo cuando notó que se había chocado con alguien. -Lo siento...-pero aquella persona no se detuvo ni tan siquiera un instante. Luneth notó algo extraño en esa persona, como si le fuera familiar de alguna manera, no sabía explicarlo pero podía sentir...¿su energía?. Entre tanto pensamiento, quien fuera que fuese, se había alejado bastante, y corrió para seguirlo, pero le perdió la pista detrás de la calle de la escuela. De repente se oyó una gran explosión y vio una columna de humo elevarse en el cielo al sur de allí.
-¿Que habrá pasado?- se preguntó, y entonces se fijo que aquella columna de humo venía de la zona donde él vivía. Empezó a correr cuando en frente suyo apareció un hombre con un sombrero rojo.
-No deberías ir, quédate aquí- le dijo
-¿Qué? ¿Quién eres tú, y por que me dices esto?
-Hazme caso, corres peligro, será mejor que te mantengas al margen.
-Mis padres están allí, tengo que ver si les ha pasado algo, ¡Apártate!
-Lo siento chico, eso no va a pasar-.
-Pues si no me dejas, te apartaré por la fuerza -. y Luneth se lanzó a por él.
El hombre alzó la mano derecha y frente a él materializó un muro de rocas para frenar al chico, pero antes de que se diera cuenta,Luneth había atravesado de un puñetazo aquel muro y estaba a punto de darle a él. Reaccionó a tiempo para apartarse rodando mientras Luneth consiguió pasarle y se fue corriendo. -!NO VAYAS, LUNETH!-. Pero este hizo caso omiso y se dirigió allí. Se maldijo a si mismo y fue detrás de él cuando se encontró a Pinakle con algo en la mano.


Luneth llegó al lugar de donde provenía la explosión y se alegró al comprobar que su casa estaba intacta. Le faltaba el oxígeno y respiraba entrecortadamente, había algo que le perturbaba aún. En ese momento, alguien salió de su casa corriendo, era su madre, quien no había reparado en él y miraba fijamente al cielo. Luneth miró por inercia y vio una bola de fuego caer directamente en su casa haciéndola estallar. La fuerza de la onda expansiva le hizo salir despedido hacía atrás golpeándose la cabeza contra una pared, que hizo que su vista se tornara borrosa, y al tocarse en la zona afectada con la mano, notó sangre. Se levantó como pudo y vio a otras dos personas más que habían aparecido.
Vio a su madre que estaba de espaldas a él, junto a un hombre muy alto de larga melena azul que la sujetaba, parecía estar ayudándola lo cuál tranquilizó a Luneth, y frente a ellos estaba un hombre de pelo rojo y ojos negros como el carbón, muy musculado y con algunas heridas en su torso desnudo.

-Un momento...¿Padre?- debido a la borrosa visión no pudo distinguirlo bién. En ese momento otra bola de fuego cayó a su lado volviendo a hacer que saliera por los aires y produciéndoleesta vez quemaduras muy dolorosas.
-¡Luneth!¡Luneth!, hijo mío, ¿estas bien? - vió la cara de su madre acercándose a él.
-Ma...madre, ¿que está pasando? – intentó levantarse como podía.
-Lo siento cariño, no tendrías que estar metido en esto, es todo por mi culpa, por favor, huye, sal de aquí, no quiero que te hagan daño -le puso las manos encima y Luneth notó una corriente de calor muy agradable en su cuerpo, y sus heridas ya no le dolían y podía moverse mucho mejor.
-Madre, déjame ayudarte por favor, ¿que ocurre? ¿ese era padre?
Su madre iba a contestarle cuando un grito de advertencia del hombre de melena azul les alertó y esquivaron a tiempo unas llamas que se dirigían a ellos, separándoles por un muro de fuego.
-Luneth, vete, ¡AHORA!-se apresuró a decir su madre.
Este comprendió que no podía hacer nada y se dispuso a correr, estaba temblando de miedo, todo estaba en llamas a su alrededor. Se dispuso a mover sus pies pero no le respondían, era como si estuviesen congelados por alguna extraña fuerza. Vio algo por el rabillo del ojo y alzó la cabeza para ver que el otro hombre, el pelirrojo estaba volando en frente suya observándole y mirándole con odio.
-TÚ, desgraciado, solo eres una escoria inservible, tu madre y tú me habéis engañado hasta ahora, pero eso se ha acabado, vais a morir aquí y ahora. - le brotaban llamas de las manos y se disponía a lanzarlas contra Luneth cuando el otro hombre, el de la melena azul, se lanzó a por el, impulsándose con un torrente de agua y haciéndole un placaje, sin embargo, el pelirrojo se lo quitó de encima fácilmente y le dio una patada que le lanzó lejos. En ese instante se propulsó con llamas hacía Luneth convirtiendo su puño en fuego puro, mientras este seguía sin poder moverse. Vio a su madre correr hacía el gritando unas palabras y saliendo chispas de su cuerpo, pero nada más.
-Voy a morir aquí -pensó, y cuanto más cerca estaba aquel hombre, mas certeza tenía de lo que había pensado, era su padre el que iba a matarla, no cabía duda.
Luneth cerró los ojos y tras un instante notó como le ardía el estómago y algo caliente le acababa de salpicar por toda la cara y el cuerpo. Abrió los ojos, y la imagen que tenía delante suyo, era aún mas aterradora que la propia muerte.
Su madre se había interpuesto en el golpe y lo que Luneth tenía era la sangre de ella. El puñetazo había atravesado el cuerpo de ella, carbonizando al instante sus órganos. Vio el rostro pálido de su madre, quién apenas conseguía mover los labios, intentando decir algo. Pese a aquella turbia escena, Luneth intentó descifrar que decía su madre:
-Tienes...que vivir, por mi. Tú eres...mi querido hijo,hazte fuerte...te...te..quie-.pero en ese instante la cabeza de su madre quedó carbonizada también, y su cuerpo empezó a arder. Su padre, le sacó el puño del agujero que había quedado en su torso y lanzó el cuerpo inerte al suelo.
-Tranquilo, ahora te toca a ti, ¿hacerte fuerte, tú? No me hagas reir, ni siquiera puedes cuidar de ti mismo, mucho menos salvar a tu querida madre -.Empezó a propinarle golpes por todo el cuerpo rompiéndole huesos, y produciéndole nuevas quemaduras, cuyo dolor hacían que Luneth gritara desesperadamente. Se disponía a dar el golpe final contra Luneth cuando algo llamó su atención y miró hacía otro lado.

Luneth no supo que pasó después, se sumió en la más profunda oscuridad, solo distinguió unas figuras brillantes acercándose y otra más lejana que les perseguía. Su cuerpo ya no respondía, había llegado al límite, sabía que todo se acababa ahí. No había podido hacer nada por su madre, ella y mas gente habían muerto por culpa de él, solo era un estorbo, un lastre, a quien habían tenido que salvar, en vano, ya que ahora, se reuniría con ella de nuevo. "Si hubiera tenido mas poder..." fue el último pensamiento que tuvo, antes de que la oscuridad consumiera todo su ser.


PRÓXIMAMENTE---> CAPITULO II: TIEMPO DE CAMBIO

Baile de máscaras

Este texto lo escribí el 16 de septiembre de 2012, hace un año (hoy es 26 de septiembre de 2013). Lo dejé en borrador sin acabar, pero intentaré continuarlo en un futuro, o redactar secuelas que estén más actualizadas en cierta medida:



Cómo cambian las cosas. En una entrada anterior, preveía un futuro retroceso a la España más reaccionaria. Y así ha sido. Derechos sociales, civiles, y por ende humanos, borrados del mapa. El PSOE ya lo empezó a su manera, pero en la misma línea, y este partido que gobierna actualmente, representante del conservadurismo con toques fascistoides español, aunque con una evolución liberal, lo ha dejado claro.

"Flexiseguridad" laboral. Reducción de deuda y déficit, cueste lo que cueste (recortes brutales en servicios públicos) . Mayor atención y preocupación por grandes empresarios, fortunas, directivos de banca, y, para ser más claros, los ricos. Y al 99%, como se dice ahora, ¿Qué?
Es evidente que las políticas públicas no van por buen camino. Bajo el pretexto de la sincronía con Europa, que nos exporta gran parte de estas políticas, se están cometiendo unas atrocidades económicas y sociales de gran envergadura.

Es entonces cuando florece el desencanto político. El 15 de mayo del año pasado fue una fecha clave, marcada por el nacimiento en la calle de un movimiento, una idea, una percepción general en la sociedad española de que el rumbo se había perdido, de que este no era el camino a seguir. Desde entonces, PPSOE se ha convertido en un concepto muy recurrente, un símbolo del establishment, de los partidos "cartelizados" del sistema que, desgraciadamente, ha llevado en muchos casos a la abstención. Así lo muestran las caídas en la participación de los últimos procesos electorales, en especial la de las recientes elecciones en Andalucía (un 10% menos que en 2008). Sin embargo, como un atisbo de luz, se abren espacio entre toda esta sombra bipartidista los partidos minoritarios, que ven aumentar su porcentaje de intención de voto en las encuestas publicadas en ciertos medios de comunicación.

Esta subida se trata de la reacción al mencionado PPSOE: la búsqueda de una alternativa, no subyugada al entramado político-económico neoliberal de la troika europea, que impone las mencionadas políticas retrógradas, perfectamente calificables de decimonónicas. Por poner uno de los más recientes ejemplos: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/30735-otra-idea-de-la-troika-jornada-laboral-de-13-horas-para-trabajadorxs-griegos.html .

Pero en esta reacción de rechazo a la política del sistema se genera un peligroso sentimiento de aborrecimiento de toda la política en general, creando abstracciones muy de moda últimamente, tales como "la clase política", "todos los políticos son iguales", "la casta parasitaria", "hay más de 500.000 políticos en España"(falso)  y demás similares, que se traducen en última instancia en un deseo de eliminar, además de los políticos, la política en sí. ¿Y acaso es esa la solución? ¡NO! Cómo va a serlo. La solución es MÁS política, pero que sea para la mayoría de la sociedad y no para los poderosos económicamente. Esa es la clave, la participación ciudadana en los asuntos de la polis...