Tristezas

No me gusta la tristeza de verdad. No la ajena. Se me contagia más que la propia. Y no siento esa empatía que te hace emocionarte pero pasar un momento bonito. Siento tristeza. Tampoco es pasajera. No se va con esa película ñoña y fácil. Se queda para revolverte un tiempo. Es empatía, sí, pero de verdad.

Lo bueno que sacas de esto es esa experiencia. La recompensa social, interna, de haberte implicado. Somos tan extraños... Me gusta la tristeza, de verdad.