Y sin embargo, se mueve.

Galileo, siglo XVII. Desafío al orden religioso (y por ende, político) establecido hasta entonces. Se ve obligado a aceptar públicamente, ante la Inquisición, que la Tierra no giraba alrededor del Sol, sino al revés. Pero sale del tribunal pronunciando esta frase, y dando cuenta de que sus convicciones siguen siendo las mismas.

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